Leyendas de Nuevo Leon


Icamole - Anima de la Anacahuita


Icamole, un poblado del municipio de García Nuevo León,
un lugar legendario por las batallas revolucionarias efectuadas
ahí por los ejércitos de la División del Norte, comandados por
Pancho Villa, contra las tropas Federales de Venustiano
Carranza y de las estadounidenses, según cuenta la leyenda.


Se cuenta que los espíritus de los revolucionarios se reúnen
en la pequeña iglesia, y se dice que en esta región hay un gran
escondite con oro y joyas que el ejército de Pancho Villa
ahí dejó olvidado, y que han jurando regresar por él algún día.

Cada 20 de noviembre, diversos grupos religiosos se congregan
en la anacahuita, en donde danzan, rezan, llevan comida
y bebida a las almas de los difuntos.


Dentro de la 'anacahuita, luce una pintura del General Francisco
Villa, mientras la tumba de Roberto Cisneros descansa entre
papeles de colores, comida, cervezas, tequila y frutas.


Además de eso, están las famosas "cajitas del Niño Fidencio".
Generalmente son jóvenes a quien el espíritu del Niño Fidencio
escoge para seguir con sus ritos y procedimientos de sanación,
además de curar causas perdidas.


Al aliento de tequila y vino de Malverde, todo tiene solución.
Dentro, los rituales de los mediums comienzan, el aroma del
copal va inundado el pequeño cuarto que no cuenta con
ventanas, solamente la entrada principal sirve de auxilio
para la respiración.


Las ánimas de los revolucionarios entran en los cuerpos de
‘cajitas’ o ‘materias’ para esperar las órdenes del general Villa,
puesto que la Revolución no ha terminado....





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